noticia sobre tecnologia

noticia sobre tecnologia

Según explican los creadores del ingenio, lo único que debe hacer el usuario para cepillar sus dientes es morder y masticar, como si estuviese ingiriendo alimentos, durante no más de seis segundos.

A veces una depresión esconde un caso de alzheimer y otras veces no. Queríamos saber si eso se podría medirY según los resultados, la han encontrado. Para desarrollar esta aplicación, basada en una fórmula estadística, llevaron a cabo un seguimiento exhaustivo de los pacientes que llegaban a la consulta de Neurología y que presentaban una serie de síntomas que podían terminar desembocando en un caso de alzheimer.

“De momento estamos trabajando para que los demás neurólogos del hospital la prueben, y un segundo paso serían los especialistas a los que derivan desde Atención Primaria”. Según el neurólogo, esta aplicación puede ser un buen complemento para los métodos de diagnóstico que se utilizan en la actualidad: las punciones lumbares para el análisis del líquido cefalorraquídeo y las pruebas de neuromagen, con las ventajas de su alta fiabilidad y su bajo coste.

A simple vista, el invento dista mucho de parecerse a un cepillo de dientes. Más bien se asemeja a una prótesis dental, y precisamente en esta morfología reside la eficacia del producto.

A partir de ese punto, basta con introducir el archivo digital en la web del producto para que la empresa se encargue de su fabricación, imprimiendo la prótesis y adaptando las 600 cerdas a la boca del usuario. Blizzident cuesta 300 dólares, y la empresa recomienda su reemplazo cada doce meses, aunque después de la primera vez su precio se reduce hasta los 159 dólares. 

Desaliñado, con un corte de pelo más próximo a los tiempos de los Beatles, nuestro inquieto personaje es ahora una figura codiciada por los famosos. Ya se sabe, la foto que conviene a todos, y más a los que en su día dieron la espalda a la genialidad agazapada tras esa intensa mirada y look descuidado. Para conocer su corta pero intensa carrera hay que remontarse a finales del año pasado. El inquieto Jack acompañó a su tío en el difícil recorrido que separa a los vivos de los muertos. Víctima de un cáncer terminal de páncreas, el joven contempló impotente cómo la vida se escapaba entre los dedos de su tío.

Deja un comentario